En los días de zozobra e ilusión previos al Tour de Francia el aficionado ciclista se siente vacío. Completa su Tropela – o su Tour Fantástico – y no para de desgastar el F5 del ordenador por aquello de confirmar los nueves que aparecerán en las carreteras francesas dentro de pocos días. Además, se entretiene leyendo noticias cargadas de rumores que intentan hablar de futuro. El futuro, esa palabra tan incierta y a la vez tan importante cuando dependen de ella elecciones que marcarán para bien o para mal la carrera de un ciclista.
Esta mañana Sky ha confirmado su nueve para el Tour. La sorpresa es que no está Wout Poels, pero aún así tendrán al equipo más temible en la línea de salida de la Grande Boucle. Entre los hombres de negro elegidos – de blanco este año – está Mikel Landa, quizás el ciclista español en el que todos tenemos puestas más ilusiones en el presente y en el futuro. Dicen que este puede ser su último Tour de Francia con Sky, ya que acaba contrato, y en los últimos días no paramos de leer noticias que hablan sobre el futuro del alavés.
Está claro que el corredor vasco es uno de los ciclistas más cotizados del mercado. En el último Giro demostró ser uno de los mejores escaladores del mundo y si no fuera por la maldita moto quizás también podría haber demostrado – una vez más – que es capaz de llevarse una grande. Landa gusta por sus capacidades, pero sobre todo por las ganas que tiene de dejar huella allí por donde pasa. En Astana – tapado siempre por Nibali y Aru – no estaba contento y en Sky no ha acabado de conseguir esos galones de líder que se merece teniendo en cuenta sus características y su edad.
Cuentan que ha rechazado ofertas del BMC, del Astana y del equipo de Emiratos. Ahora sobre su mesa quedan la propuesta de renovación del Sky y dos ofertas de Bahrain y de Movistar. Si todo fuese cuestión del poderoso caballero, todos tenemos claro que lo adecuado sería quedarse en el Sky, pero el alavés quiere buscar un equipo donde pueda ser el líder desde el minuto cero, donde podría tener la libertad total para decidir sus objetivos. La llegada a Movistar supondría una ilusión enorme para los aficionados españoles, pero ¿es Movistar la mejor opción para Mikel Landa?
Yo pienso que no. Landa necesita un lugar donde pueda ser líder desde ya y no creo que en el equipo telefónico eso pueda ser posible. Debemos tener en cuenta que Nairo Quintana es el líder absoluto del equipo, suele capitanearlo en dos grandes vueltas por temporada y eso quitaría mucho espacio de acción al corredor vasco. Además, Valverde todavía no ha dado síntomas de flaqueza y es capaz de liderar al equipo en carreras como la Vuelta este año o el Giro el año pasado. Y todo eso sin contar a Andrey Amador, otro líder potencial que lleva un par de años sin serlo, o corredores que lo serán muy pronto como Marc Soler. Quizás no sea el mejor lugar para que Landa desarrolle sus capacidades, aunque todo puede cambiar gracias a un contrato con condiciones.
Puede que suene impopular, ya que la idea de juntar a un ciclista top español con un equipo de aquí es maravillosa, pero pensando únicamente en la próxima temporada creo que Bahrain sería mejor opción. Allí compartiría capitanía con Nibali, cada vez más centrado en el Giro, así que Mikel Landa podría dirigir a su equipo y tener a hombres de su confianza para el Tour o para la Vuelta.
Todo esto son cábalas de previa, de ensoñación, propias de los nervios y la emoción de lo que se nos viene encima a partir del próximo 1 de julio. Hoy será el futuro de Mikel Landa, mañana el del World Tour y pasado podremos hablar de si colocar o no el dorsal ayuda a la aerodinámica en una contrarreloj. Excusas, puras excusas, las que necesitamos para no dejar de hablar de ciclismo. Excusas para no dejar de pensar en ese deporte tan maravilloso que nos vuelve locos.
Fuga Bidón 